¿Cómo mejorar la concentración y memoria?
Antes de hablar de cualquier truco, tips o técnicas para mejorar la concentración y memoria, es preciso entender primero cómo trabaja el cerebro respecto a las dos. Es decir, si queremos entrenar nuestro cerebro, debemos empezar primero por conocerlo.
Lo primero que habremos de tomar en cuenta es la diferencia que existe entre estas dos, la primera (concentración), consiste más en los factores físicos y los estímulos externos para que el proceso de aprendizaje sea posible, mientras que el segundo (memoria) es el proceso cognitivo como tal, pero ambos van de la mano. A continuación, te compartiremos información valiosa al respecto.
Tabla de Contenidos
¿Cómo mejorar la concentración?
Lo primero que hay que tomar en cuenta para la concentración en procesos de aprendizaje es el área de estudio. Nuestro cerebro constantemente está recibiendo estímulos de todo tipo, físicos, mentales y emocionales. Por lo tanto, hay que cuidar cada detalle que desvíe nuestra atención a la hora de estudiar.
De la misma forma debemos tener presente si estamos atravesando por una enfermedad, proceso de recuperación o duelo que no necesariamente está relacionado con pérdidas físicas, los duelos están relacionados con pérdidas de todo tipo.
Un duelo puede significar el rompimiento de una relación, la mudanza a otra localidad, e incluso la pérdida de un empleo nos hace pasar por un proceso de duelo, entre otras situaciones emocionales que alteran nuestra capacidad de concentración.
Existen también patologías de la concentración, entre la más conocida está el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), este es uno de los trastornos más comunes que hacen que un individuo difícilmente logre concentrarse.
En estos casos de hiperactividad, aún más complejos, lo oportuno es contar con ayuda profesional adecuada, dado que existen dos tipos de hiperactividad, la conductual y la neuronal, la primera menos compleja que la segunda pero que de igual modo debe ser tratada.
Ya dicho esto, pasaremos entonces a evaluar como debería ser un ambiente de estudio adecuado que permita la concentración. Y si factores como los anteriores están presentes, tomar las medidas pertinentes al respecto. Recuérdese que lo más inteligente emocionalmente (inteligencia emocional), es reconocer nuestras emociones y no ignorarlas.
Ambiente apropiado para el estudio
Hay tres factores fundamentales a tomar en cuenta para organizar un ambiente de estudio adecuado, dado que somos seres sensoriales y cada estímulo externo va a ser percibido de manera interna y altera nuestra psique y emociones. Factores físicos, mentales y emocionales.
Factores físicos
Un ambiente físico adecuado, debería contar preferiblemente con las siguientes características:
- Iluminación adecuada: preferiblemente natural si es en el día y si es de noche que el área de estudio esté perfectamente iluminado, y de no ser así, por lo menos que tu lámpara de estudio cuente con la luz apropiada. Lo ideal, si se trata de una pequeña lámpara al lado de tu ordenador es que la misma cuenta con luz blanca, ilumina mejor y no calienta el espacio de trabajo.
- La silla adecuada para el estudio: lo ideal en estos casos sería una silla ergonómica que se adapte perfectamente a tu cuerpo, pero de no ser así, trata en lo posible de acondicionarla.
Pero ten presente que además de tu ordenador, la silla es una perfecta inversión, estarás invirtiendo en tu salud, en tu trabajo y en tu futuro. Dado que te evitará muchos males a futuro en cuanto a tu columna y cervical.
- Un ambiente sin ruidos: en lo posible trata de estudiar en una hora determinada, cuando haya menos ruidos alrededor, a las 4 am, por ejemplo, siempre será una hora ideal para despertarse, meditar un poco y sentarse a estudiar.
Pero, si en definitiva se te hace complicado a esta hora, trata en lo posible que tu ambiente de estudio tenga las menores alteraciones posibles en cuanto al ruido.
- Un ambiente sin distracciones, en lo posible el lugar de estudio debería contar con las menos estimulaciones sensoriales que alteran la concentración, tales como el televisor cerca, tu celular, entre otros elementos distractores.
- Temperatura adecuada, la temperatura juega un papel fundamental a la hora de concentrarse, difícilmente el cuerpo responderá satisfactoriamente cuando hace mucho frío o mucho calor. Así que en lo posible trata de conseguir la temperatura estable a la hora de estudiar.
- Un espacio limpio y en orden, es fundamental a la hora de concentrarse, la limpieza y organización de tu lugar de estudio será un reflejo de tus pensamientos, y si tu lugar de trabajo o estudio está en orden esto también te ayudará a organizar tus ideas.
- Horario, así como es importante tener un lugar de estudio también lo es el horario. Así como tu organismo se prepara ante los procesos digestivos antes de ir a comer, de esa misma forma se prepara tu mente cuando empiezas a acostumbrarte a un mismo horario de estudio.
La mente
La mente necesita vaciarse y relajarse para que los conocimientos sean mejor asimilados. Hay muchos métodos al respecto, pero aquí te vamos a compartir tres métodos sencillos para relajar tu mente, tu cuerpo y estimular la concentración.
Las mismas no requieren de mucho tiempo, ni dinero, ni inscribirte en ninguna academia, ni ser seguidor o seguidora de ningún gurú. Se trata de la meditación, el súper brain yoga y la música.
- La meditación: el mismo Dalai Lama decia que el acto de meditar era algo tan sencillo como sentarse y cerrar los ojos de manera consciente. Él se centraba en tres elementos necesarios: el silencio, la postura y la respiración.
El silencio obviamente es necesario en momentos de meditación, la postura debe ser cómoda pero consciente, es decir, que me permita estar atenta de mi cuerpo, no es una postura para dormir sino para meditar, y finalmente la respiración profunda y mantenida.
La meditación es una práctica que puede ejercitarse 5 o 10 minutos diarios, mucho menos de lo que le dedicamos a nuestro celular y sin duda nos aportará mayores beneficios.
Meditar puede resultar algo beneficioso para el cuerpo y la mente, dado que le permite relajarse, vaciarla y limpiarla cada día, al mismo tiempo que activará las ondas cerebrales, que permiten la relajación y concentración.
- Super brain yoga: es una técnica bastante sencilla y no te llevará más de tres minutos si quieres practicarla, tiene la ventaja de sincronizar ambos hemisferios del cerebro, el izquierdo y el derecho. Es bastante recomendada para personas con problemas de atención, dado que ayudan a focalizar la mente.
Lo único que esta recomienda es que la practiques lo más temprano que puedas posible, te pares con la postura adecuada con los manos a los lados y los pies estables.
Luego levantar la mano izquierda, cruzar la parte superior del cuerpo y colocarla en el lóbulo derecho de la oreja. El pulgar debe estar en la parte frontal del oído.
Y después levantar la mano derecha, cruzar la parte superior del cuerpo y tomar el lóbulo de la oreja izquierda, de la misma manera que se hizo con el derecho.
Después presionar ambos lóbulos simultáneamente, e inhalar a través de la nariz y suavemente colocarse en cuclillas. Asegurarse de que las rodillas no pasen por encima de los tobillos y evitar una presión adicional. Y volverse a colocar de pie mientras exhalas.
Finalmente, repetir el ejercicio aproximadamente de 2 a 3 minutos. Sin olvidar mantener la espalda recta y la lengua presionada contra el paladar.
- La música: si eres de las personas que les gusta escuchar música, recuerda que hay de todos los estilos y para cada ocasión, pero definitivamente la más recomendada en momentos que requieran de tu concentración, es la música instrumental.
La música activa la dopamina, que es un neurotransmisor de nuestro cerebro, que colabora en las conexiones sinápticas, donde se produce el aprendizaje, la asimilación de conocimientos y la memorización. Además de activar las ondas alfa, causantes de la relajación del cerebro.
Entre las más recomendadas se encuentran por excelencia Mozart, al igual que otras composiciones clásicas; le sigue el jazz suave, otras que se llaman música para concentrarse, y sonidos de la naturaleza. Cualquiera que sea de tu preferencia, sin duda te ayudarán a relajar la mente y en consecuencia mejorar la concentración y memoria.
Las emociones
Como lo dijimos anteriormente, hay que tener un claro reconocimiento de nuestras emociones antes de ejecutar cualquier tarea que demande nuestra atención y concentración, y las emociones juegan un papel fundamental en esta tarea.
Es imposible concentrarnos si hay un factor emocional que nos está perturbando, por tal motivo, lo primero es atender ese elemento y dependiendo de la magnitud del asunto manejarlo con la ayuda profesional adecuada.
De lo contrario, si es una situación que no amerita ser atendida necesariamente por un profesional, entonces buscar las técnicas adecuadas o terapias que sirvan para poder atender todos aquellos asuntos que hagan parte de nuestro día a día.
¿Cómo mejorar la memoria?
Una vez cuidado cada detalle que propicie la concentración, entonces confiadamente podremos entregarnos al estudio. Recuérdese que la concentración y la memoria van de la mano.
Ahora bien, antes de entrar en materia en cuanto a las fases por las que pasa la memorización es oportuno tomar en cuenta que entre más nos guste la información que leamos, o la asignatura que estudiemos, el proceso de memorización será más fácil.
Dado que en este caso hay un factor fundamental, la motivación. La motivación juega un papel muy importante en el proceso de memorización, cuando algo nos gusta, de manera consciente e inconsciente, siempre buscamos información, o tareas y prácticas que nos lleve a eso que tanto nos gusta.
Por tal motivo, de manera natural nuestra mente constantemente está recopilando información al respecto y nuestro proceso cognitivo, por ende, va a asimilar y fijar dicha información de mejor manera.
Ahora bien, dicho esto, es pertinente destacar que la memorización tiene cinco etapas básicas, la comprensión, la fijación, la conservación, la evocación y reconocimiento.
- La comprensión, consiste en entender lo que leemos, analizar, confrontar, corroborar, para esto es necesario desarrollar nuestro sentido común y lógica natural que siempre nos acompañan.
Para comprender es fundamental buscar toda información al respecto que envuelva esa lectura, ese conocimiento o práctica, no conformarse con poco, ir abundantemente tras ese conocimiento.
- Fijación: cuando constantemente estamos leyendo analizando una misma información o una información relacionada, se irá acumulando de tal manera en nuestro cerebro que terminaremos por fijarla en este.
- Conservación: cuando fijamos esa información en nuestra mente el proceso de conservación en nuestro cerebro se hará mucho más fácil. Más aún si se trata de una información que siempre pongamos en práctica
- Evocación: consiste en utilizar esa información cada vez que la necesitamos, que estará resguardada en el plano de la conciencia.
- Reconocimiento: consiste en la función del cerebro de relacionar una información con otra. Cada vez que nos encontramos ante un nuevo conocimiento nuestro cerebro inmediatamente empieza a procesar esta nueva información y a interactuar con otra relacionada.
Técnicas para memorizar
- Los mapas conceptuales: nos permiten estructurar, sintetizar y jerarquizar la información de manera organizada y graficada, de una manera que siempre llegará a nuestra mente cada vez que lo necesitemos. Además, que mediante el proceso de estructurarlo ya estaremos fijando dicha información.
- La mnemotecnia: es una técnica sencilla que consiste en crear oraciones cortas relacionadas con imágenes y letras que nos lleve al concepto de lo que pretendemos recordar. Es decir, en este caso tendremos que poner en práctica nuestro lado creativo del cerebro sin temor a ser imaginativo.
- Los acrósticos: también sirven de práctica nemotécnica a la hora de fijar conceptos y significados. Podemos ponerla en práctica de manera imaginativa y creativa para fijar la información.
Conclusión
La creatividad juega un papel fundamental en el mundo del aprendizaje, debemos dejar los prejuicios a un lado y actuar como niños cuando se trata de la imaginación, poner a trabajar nuestro hemisferio derecho se podría convertir sin duda en nuestro mejor aliado a la hora de estimular el estudio y aprendizaje.
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